Este es un equipo que mantiene su rendimiento cuando juega fuera de casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 4 empates y 5 derrotas como visitante; contra 8 victorias, 5 empates y 2 derrotas en su estadio. El equipo llega a este partido después de una derrota en la visita al Criciúma por (2‑1). El Atlético‑MG ganó 5, empató 3 y perdió 2 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones. El equipo permitió goles a su rival en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos. Hay una tendencia para haber goles en sus partidos en casa, ya que 27 de los últimos 31 partidos que disputó terminaron con Más de 1,5 goles. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador una vez en los 9 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Atlético-MG llega al partido de vuelta de los octavos de final de la Copa de Brasil con un empate conseguido fuera de casa, resultado que mantiene al equipo de Minas Gerais en una posición cómoda. Con el apoyo de sus aficionados en el MRV Arena, Galo espera hacer valer el control del campo para confirmar su clasificación a los cuartos de final. El equipo ha demostrado un fútbol sólido y consistente, mezclando experiencia y juventud en la plantilla. Las expectativas son altas y el equipo sabe que necesita mantener la concentración y la intensidad para evitar sorpresas. El Atlético-MG debe adoptar una postura ofensiva, buscando controlar el juego y presionando al rival desde el principio.