El equipo de la casa se encuentra actualmente en la novena posición, con 3 puntos conquistados, después de 1 victoria y 5 derrotas. En el penúltimo partido, ganó en casa frente al Perú por (2‑0). En el último partido, perdió fuera frente a Uruguay por (3‑0). Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 1 victoria y 14 derrotas como visitante, con 7 goles marcados y 37 sufridos, frente a 6 victorias, 2 empates y 7 derrotas en casa, con 22 goles marcados y 20 encajados. El equipo llega a este partido después de una derrota en casa con el Panamá por (1‑3). Bolivia ha ganado 2, empatado 1 y perdido 5 de sus últimos 8 partidos en casa para todas las competiciones. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 5 de los últimos 6 partidos en esta competición. Este es un equipo que rara vez marca primero: sólo abrió el marcador en 2 de sus últimos 15 partidos, de esos 2 llegó al descanso con ventaja en todos y ganó al final de los 90' en todos de ellos. En 15 partidos, sufrieron el primer gol 13 veces y nunca lograron remontar el marcador.
Bolivia llega a la 7ª jornada de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial en una situación muy delicada. El equipo ocupa el penúltimo lugar, con sólo 3 puntos conquistados en seis partidos, y ha luchado por encontrar consistencia en su juego. A pesar de haber logrado una importante victoria ante Perú, los bolivianos aún enfrentan grandes dificultades defensivas, lo que se refleja en la negativa diferencia de goles. La altitud de La Paz siempre ha sido una ventaja para el equipo, pero hasta ahora no ha sido suficiente para colocarlos en una posición más cómoda en la tabla. La presión es enorme, ya que una derrota prácticamente podría acabar con sus esperanzas de clasificarse, mientras que una victoria sería crucial para mantener viva la posibilidad de luchar por un lugar en la siguiente fase.