El equipo visitante se encuentra actualmente en la 6ª posición, con 31 puntos ganados, tras 9 victorias, 4 empates y 6 derrotas. En el penúltimo partido empató a domicilio ante el Atlético GO por (2‑2). En el último partido, ganó en casa al Tombense por (2‑0). Este es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 5 victorias, 5 empates y 5 derrotas como visitante; contra 9 victorias, 3 empates y 3 derrotas en su estadio. En su último partido, por la Copa Paulista, ganó en casa al Grêmio Prudente por (1‑0). En los últimos 9 partidos como visitante por el campeonato, Mirassol suma 3 victorias, 2 empates y 4 derrotas, habiendo sumado 11 puntos de 27 posibles. En partidos fuera de casa por la liga, el resultado más frecuente al final de los primeros 45′ fue el 0-0, lo que sucedió en 4 de sus 10 partidos. El equipo encajó goles al contrario en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que logró anotar goles en 7 de los últimos 10 partidos en esta competición. En 19 partidos para esta competición, solo consiguió 2 remontadas en el marcador en los 10 partidos en los que encajó el primer gol. En los últimos 20 partidos como visitante para todas las competiciones hay 1 periodo en destaque: encajó 7 de sus 19 goles entre los minutos (76’‑90′).
Mirassol, que atraviesa un buen momento en la competencia con una secuencia de cuatro partidos sin conocer la derrota, tiene motivos para estar confiado y optimista para el duelo ante el Chapecoense. Esta fase positiva eleva la confianza y la moral del equipo, que debe creer en su potencial para buscar un resultado positivo, incluso jugando fuera de casa. El fútbol es una competencia impredecible, y el buen estado de forma de Mirassol podría ser un diferencial importante para el enfrentamiento con el Chapecoense.