Actualmente en la octava posición, el equipo local ha sumado hasta ahora 3 puntos. En la primera jornada perdió en casa frente al Manchester City por (0‑2). En la jornada siguiente, el resultado final fue una victoria por (2‑6), frente al Wolverhampton Wanderers. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 5 victorias, 4 empates y 6 derrotas como visitante, con 29 goles marcados y 32 sufridos, contra 10 victorias, 3 empates y 2 derrotas en casa, con 40 goles marcados y 21 sufridos. El equipo llega a este partido después de una derrota fuera con el Servette por (2‑1). El Chelsea ha ganado 6, empatado 2 y perdido 2 de sus últimos 10 partidos en casa en todas las competiciones. El equipo permitió goles a su rival en 8 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos. En 15 partidos, nunca consiguió remontar el marcador en los 5 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Chelsea llega a este partido tras una derrota por 2-1 en la visita al Servette, en un partido que cuenta para la Conference League. En la última jornada de la Premier League, los visitantes vencieron al Wolves por 2×6. El equipo local suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando las transiciones rápidas, principalmente a través de las bandas. En esta formación, los tres jugadores cuya misión es ocupar zonas más avanzadas son Christopher Nkunku, Noni Madueke y Mykhaylo Mudryk. Reece James queda fuera de este partido por problemas físicos.