Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en los últimos 30 partidos registra 2 victorias, 5 empates y 8 derrotas como visitante, con un total de 15 goles marcados y 25 concedidos. En casa, obtuvo 7 victorias, 7 empates y 1 derrota, con un total de 21 goles marcados y 10 sufridos. El equipo llega a este partido después de un empate fuera con el Corinthians por (1‑1). En los últimos 10 partidos disputados como visitante en todas las competiciones, la Juventude ganó 1, empató 3 y perdió 6. El equipo permitió goles al rival en 4 de los últimos 5 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque sí ha marcado. con regularidad, ya que lo consiguió en 4 de los últimos 5 partidos en esta competición. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador dos veces en los 9 partidos en los que sufrió el primer gol.
La Juventude llega al partido de vuelta de los octavos de final de la Copa de Brasil con la ventaja de una victoria (3-2) en casa. El equipo ha demostrado espíritu combativo y resiliencia, elementos fundamentales para afrontar la presión de jugar en el Maracaná. La Juventude necesita mantener la concentración y la disciplina táctica para frenar el impulso del Fluminense y buscar aprovechar los contraataques. Se espera un juego intenso, en el que el equipo de Rio Grande do Sul debe adoptar una postura más defensiva, tratando de minimizar los espacios para los atacantes del Fluminense. La clasificación es posible, pero la Juventude necesitará una actuación impecable para superar el desafío en Río de Janeiro.