Después de 2 victorias y 1 derrota, el equipo visitante está en la 6ª posición, con 6 puntos conquistados. En el último partido, perdió en casa con la Lazio por (1‑2), después de haber ganado en casa en el partido anterior, en el partido contra el Sassuolo, por (2‑0). Este es un equipo que curiosamente presenta resultados más positivos fuera de casa que en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 10 victorias, 2 empates y 3 derrotas como visitante, con un total de 26 goles marcados y 9 sufridos. En casa, obtuvo 8 victorias, 4 empates y 3 derrotas, con un total de 27 goles marcados y 12 sufridos. En su último partido como visitante para esta competición acabó con una victoria por (1‑3) frente al Frosinone. En los últimos 10 partidos fuera de casa, el Nápoles ganó 6, empató 2 y perdió 2. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 7 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles. en 9 de los últimos 10 partidos.
El Nápoles llega a este partido tras una derrota en casa, por 1-2, ante la Lazio: el único gol del equipo lo marcó Piotr Zielinski. El equipo visitante suele actuar en un tradicional 4-3-3, en el que los tres jugadores más adelantados deben ser Khvicha Kvaratskhelia, Victor Osimhen y Matteo Politano. El cerebro del equipo es el centrocampista Piotr Zielinski, jugador responsable por definir y liderar los ataques de su equipo. Para este partido el técnico Rudi García puede contar con todos sus jugadores.