Este es el primer partido en esta edición de la competición para el equipo local, que terminó la edición anterior en el 7º lugar. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 3 victorias, 2 empates y 10 derrotas como visitante, con 28 goles marcados y 31 sufridos, contra 6 victorias, 6 empates y 3 derrotas en casa, con 28 goles marcados y 24 sufridos. El equipo llega a este partido después de una victoria en la visita al Würzburger Kickers por (3‑4), en el desempate por penaltis. El Hoffenheim ha ganado 5, empatado 2 y perdido 3 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones. El equipo permitió goles a su rival en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En sus partidos hay una tendencia para haber goles, ya que en 18 de sus últimos 19 partidos en casa hubo Más de 1,5 goles y en 13 de los últimos 19 hubo Más de 2,5 goles. En 15 partidos, sufrió el primer gol 6 veces pero consiguió la remontada en 2.
El Hoffenheim llega a este partido tras una victoria, en los penaltis, ante el FC Würzburger Kickers, en un partido que cuenta para la Copa de Alemania. El técnico Pellegrino Matarazzo deberá volver a colocar a su equipo en un 3-4-3, con el objetivo de intentar aprovechar el contraataque. En este dibujo, los tres jugadores responsables por poner en peligro la defensa rival deberán ser Marius Bulter, Jacob Bruun Larsen y Andrej Kramaric. Cabe señalar que el hombre que será el responsable de dirigir de la mejor manera los ataques de su equipo es el centrocampista Grischa Promel. Fuera de este partido están Umut Tohumcu, Ihlas Bebou, Tom Bischof, Finn Ole Becker, Stanley Nsoki, David Jurásek y Ozan Kabak, todos con problemas físicos.