Después de 2 victorias, 2 empates y 7 derrotas, el equipo de la casa está en la 19.ª posición, con 8 puntos conquistados. En el último partido, perdió fuera frente al Bolonia por (1‑0), después de haber ganado en casa en el partido anterior, en un partido contra el Hellas Verona, por (1‑0). Para el campeonato, el Lecce conquistó 7 puntos en 15 posibles, después de 2 victorias, 1 empate y 2 derrotas en los últimos 5 partidos que disputó en su estadio. El equipo permitió goles al rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, y su ataque necesita mejorar, ya que no marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos para esta competición. En 11 partidos en esta competición, sufrió el primer gol 7 veces y nunca consiguió la remontada.
El Lecce llega a este partido desmotivado, tras una derrota por 1-0 en la visita al estadio del Bolonia. El club local suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más ofensivo, atacando a través del corredor central, con las transiciones ofensivas como su principal arma. Cabe señalar que, en esta formación, los tres jugadores responsables de sembrar el pánico en la defensa contraria deben ser Patrick Dorgu, Nikola Krstovic y Lameck Banda. Fuera de este partido están Luis Hasa, Kevin Bonifazi, Rareș Burnete, Filip Marchwinski, Medon Berisha, Joan González y Jeppe Corfitzen, todos con problemas físicos.