El equipo visitante llega a esta 2ª jornada después de una victoria en su debut en esta fase de grupos, frente a Bolivia, por (5‑1). Este es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 8 victorias, 4 empates y 3 derrotas como visitante; contra 14 victorias y 1 derrota en su estadio. En los últimos 10 partidos como visitante para todas las competiciones, Brasil ganó 4, empató 3 y perdió 3. El equipo permitió goles al rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que logró lograrlo en 8 de los últimos 10 juegos. En sus partidos como visitante hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 5 de los últimos 10 que disputó terminaron con menos de 1,5 goles. Este es un equipo que no suele tener dificultades a la hora de abrir el marcador: marcó el primer gol en 13 de los últimos 15 partidos, de estos 13 llegó al descanso con ventaja en 8 y consiguió mantener la ventaja hasta el final. Final de los 90′ en 11. Hay 1 periodo en destaque en los últimos 10 partidos como visitante para todas las competiciones: marcó 6 de sus 15 goles entre los minutos (76’‑90′).
Para la selección brasileña, sumar puntos jugando como visitante en las eliminatorias es fundamental para lograr sus objetivos en la competición. Enfrentar a Perú fuera de casa siempre es un desafío y el cuerpo técnico tendrá que desarrollar una estrategia sólida para garantizar un buen resultado. Esto implicará un enfoque equilibrado, centrándose en una defensa sólida pero también creando oportunidades de ataque.