El equipo de la casa disputa su primer partido en esta edición de la Liga Europa con la intención de aprovechar el factor casa para conquistar un resultado positivo. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 8 empates y 1 derrota como visitante, con 30 goles marcados y 9 sufridos, frente a 13 victorias y 2 empates en casa, con 60 goles marcados y 6 sufridos. El equipo llega a este partido después de un empate en casa con el APOEL por (1‑1), para la Liga de Campeones de la UEFA. En los últimos 10 partidos en casa el Petrocub registra 8 victorias, 1 empate y 1 derrota. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En sus partidos en casa suele haber goles, ya que 16 de sus últimos 18 partidos acabaron con Más de 1,5 goles y 13 en 18 acabaron con Más de 2,5 goles. En los últimos 18 partidos en casa para todas las competiciones hay 1 periodo en destaque: sufrió 4 de sus 9 goles entre los minutos (76'‑90').
El equipo de Petrocub llega a este partido después de un empate en casa, por 1×1, frente al APOEL, en un partido que cuenta para la segunda jornada de la Liga de Campeones. Debido a la primera derrota ante el APOEL, por 1×0, el club moldavo no pudo avanzar en esta competición. El equipo local suele actuar en un 3-4-3, en el que los tres jugadores más adelantados son Mihai Lupan, Vladimir Ambros y Mihail Platica. El cerebro del equipo es el centrocampista David Abagna, jugador responsable por definir y liderar los ataques de su equipo. Cuando invierte en el sector ofensivo, suele hacerlo por el flanco derecho, aprovechando la profundidad que ofrece Ion Jardan. Todos los atletas están disponibles para este juego.