El equipo de la casa debuta en esta edición de la Europa League con la intención de lograr un resultado positivo, aprovechando el factor casa. Este es un equipo poco afectado por la ventaja de casa, es decir, presenta resultados similares en casa y fuera, ya que en los últimos 30 partidos registra 9 victorias, 4 empates y 2 derrotas como visitante, con 32 goles marcados y 15 encajados. , contra 13 victorias y 2 empates en casa, con 41 goles marcados y 10 recibidos. El equipo llega a este partido después de una victoria en casa frente al Zlín por (2‑1). Slavia ganó 9 y empató 1 de los últimos 10 partidos en casa. El equipo concedió goles a sus oponentes en 7 de los últimos 10 juegos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con mucha regularidad, ya que siempre ha marcado al menos un gol en los últimos 10 juegos. En sus partidos en casa hay una tendencia a los goles, ya que 57 de sus últimos 66 partidos terminaron con más de 1,5 goles y 44 de 66 terminaron con más de 2,5 goles. En 15 partidos consiguió dar la vuelta al marcador en 2 de los 5 partidos en los que encajó el primer gol.
El equipo de Slavia Praga llega a este juego con un triunfo de 2-1 contra Zlín, puntuable para el campeonato checo. Cabe señalar que el equipo de la casa llega a esta etapa de la Europa League como resultado de la 2ª posición conquistada en el Campeonato de República Checa 22/23. El equipo local suele jugar en un 3-4-3, donde los tres jugadores más adelantados son Mick van Buren, Ondrej Lingr y Vackav Jurecka. Cuando invierte en el sector ofensivo, suele hacerlo por el pasillo izquierdo, aprovechando la profundidad que ofrece el lateral Lukas Provod. Todos los jugadores están disponibles para este juego.