El equipo disputa su segundo partido en el Grupo A, después de perder (5‑1) en su primer partido en esta fase de grupos, frente a Alemania. Escocia ha ganado 1, empatado 3 y perdido 6 de sus últimos 10 partidos disputados en todas las competiciones. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 9 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos. Suele haber goles en sus partidos, ya que 17 de sus últimos 19 partidos terminaron con Más de 1,5 goles y 13 en 19 terminaron con Más de 2,5 goles. En 15 partidos, sufrió el primer gol 8 veces y sólo consiguió darle la vuelta al marcador una vez.
La selección de Escocia llega a este partido desmotivada, después de una dura derrota, por 5×1, ante la anfitriona Alemania: el único gol a favor de este equipo lo marcó Antonio Rüdiger (autogol). El equipo escocés suele actuar en un sistema táctico 3-4-3, privilegiando las transiciones rápidas, principalmente a través de las bandas. En el ataque, el equipo escocés deberá contar con James Forrest, Ryan Christie y Ché Adams. Una de las mayores debilidades de Escocia ha sido la finalización de las oportunidades de gol que logra crear durante el partido. Ryan Porteous está fuera de este juego por suspensión.
Alineación confirmada: Angus Gunn, Grant Hanley, Anthony Ralston, Jack Hendry, Andrew Robertson, Kieran Tierney, Billy Gilmour, Callum McGregor, John McGinn, Scott McTominay, Che Adams.
Técnico: S. Clarke.