Después de 11 victorias, 6 empates y 1 derrota, el equipo visitante está en la 3ª posición, con 38 puntos conquistados. En el último partido, empató en casa con el Arsenal por (1‑1), después de que en el partido anterior empató en casa, en un partido contra el Manchester United, por (0‑0). Éste es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 7 victorias, 5 empates y 3 derrotas como visitante; contra 13 victorias y 2 empates en su estadio. Para el campeonato, el Liverpool conquistó 16 puntos en 27 posibles, después de 4 victorias, 4 empates y 1 derrota en los últimos 9 partidos que disputó como visitante.
Para esta competición, no perdió ninguno de los últimos 5 partidos como visitante. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos para esta competición. En sus partidos fuera de casa suele haber goles, ya que 9 de sus últimos 9 partidos en la competición acabaron con Más de 1,5 goles. En 18 partidos en esta competición, consiguió la remontada en 4 de los 9 partidos en los que sufrió el primer gol.
El equipo del Liverpool llega a este partido tras un empate en casa, por 1×1, frente al Arsenal, registrando así el undécimo partido consecutivo sin perder en esta Premier League: el único gol del equipo lo marcó Mohamed Salah. El equipo visitante suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando las transiciones más rápidas, principalmente a través de las bandas. En este dibujo táctico, los tres hombres responsables de causar pánico en la defensa rival son Mohamed Salah, Darwin Núñez y Luis Díaz, siendo el primer jugador citado el máximo goleador de este equipo, con 12 goles marcados. Fuera de este partido están Alexis Mac Allister, Diogo Jota, Andy Robertson, Joel Matip y Thiago, todos con problemas físicos.