El equipo de la casa llega a esta fase de la Coppa Italia (Cuartos de final) después de una victoria en casa por (4‑1), en el desempate por penaltis, frente al Parma. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 5 victorias, 4 empates y 6 derrotas como visitante, con 16 goles marcados y 17 sufridos, contra 9 victorias, 4 empates y 2 derrotas en casa, con 30 goles marcados y 14 sufridos. El equipo llega a este partido después de una derrota fuera con el Sassuolo por (1‑0). En los últimos 10 partidos en casa la Fiorentina registra 7 victorias, 1 empate y 2 derrotas. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador dos veces en los 8 partidos en los que sufrió el primer gol.
La Fiorentina llega a este partido tras una derrota por 1-0 en la visita al Sassuolo, en un partido que cuenta para la Serie A. Es importante recordar que el equipo local eliminó al Parma en los octavos de final de la Copa Italia. El equipo local suele actuar en un 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más rápido, siendo los tres jugadores más adelantados Lucas Beltrán, Jonathan Ikoné y Josip Brekalo. Cuando entra en el sector ofensivo suele optar por intentar canalizar su ataque por el lado izquierdo, aprovechando la profundidad que ofrece el lateral Cristiano Biraghi. Quedan fuera de este partido Riccardo Sottil, Nicolás González y Gaetano Castrovilli, lesionados, así como Christian Kouamé, jugador que representa a Costa de Marfil en la Copa Africana de Naciones.