El equipo de la casa llega aplazado a la 29ª jornada, frente al Rotherham, después de 19 victorias, 9 empates y 4 derrotas en sus partidos para la liga hasta este momento. Este es un equipo poco afectado por el factor casa, es decir, presenta resultados similares en casa y fuera, ya que en los últimos 30 partidos registra 7 victorias, 5 empates y 3 derrotas como visitante, con 23 goles marcados y 18 encajados, contra 9 victorias, 4 empates y 2 derrotas en casa, con 34 goles marcados y 24 encajados.
En esta competición, no pierde en casa hace 13 partidos. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 7 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos en esta competición. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber goles, ya que 12 de sus últimos 15 partidos en la competición terminaron con Más de 2,5 goles. En 32 partidos en esta competición, consiguió la remontada en 5 de los 14 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Ipswich llega a este partido motivado, después de una victoria fuera de casa, por 1-2, en el estadio del Swansea: Nathan Broadhead y Conor Chaplin marcaron los goles del triunfo. El equipo local suele actuar en un 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más lento, canalizando principalmente su juego a través del corredor central. En esta formación, los tres jugadores más adelantados son Nathan Broadhead, Kieffer Moore y Omari Hutchinson. En la zona más central del campo podrán jugar Massimo Luongo, Samy Morsy y Conor Chaplin. Uno de los puntos fuertes del equipo local son los duelos aéreos, dada la envergadura de sus jugadores. El entrenador Kieran McKenna no deberá poder contar con George Hirst y Jack Taylor, ya que se encuentran actualmente en el departamento médico.