El equipo visitante se encuentra actualmente en la 16ª posición, con 33 puntos conquistados, después de 8 victorias, 9 empates y 11 derrotas. En el penúltimo partido, empató fuera frente al Birmingham City por (2‑2). En el último partido, perdió en casa frente al Southampton por (1‑3). El equipo llega a este partido después de una derrota en la visita al AFC Bournemouth por (5‑0). Para el campeonato, el Swansea conquistó 15 puntos en 30 posibles, después de 4 victorias, 3 empates y 3 derrotas en los últimos 10 partidos que disputó como visitante. En los partidos disputados como visitante por el campeonato, el resultado más frecuente al final de los primeros 45' fue el 0‑1 (5 en 14 partidos). El equipo permitió goles al rival en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos para esta competición. En sus partidos fuera de casa suele haber goles, ya que 10 de sus últimos 14 partidos en la competición acabaron con Más de 2,5 goles. En 28 partidos en esta competición, sufrió el primer gol 11 veces y sólo consiguió la remontada una vez.
El Swansea llega a esta jornada desmotivado, después de una derrota en la visita al Bournemouth, por 5-0, en la Copa FA. El equipo visitante suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando las transiciones rápidas, principalmente a través de las bandas. En este dibujo, los tres jugadores responsables de causar pánico en la defensa “enemiga” son Liam Cullen, Jamal Lowe y Jamie Paterson. Una de las grandes cualidades del equipo de Swansea es la solidez que presenta en las jugadas a balón parado defensivas. El entrenador Luke Williams debería estar feliz de tener todas las piezas listas para esta batalla.