El equipo de la casa llega a esta fase de la Copa del Rey ( Dieciseisavos de final) después de haber eliminado al Eldense, después de una victoria en casa por (1‑0) en la eliminatoria anterior. Este es un equipo que mantiene su rendimiento cuando juega fuera de casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 7 victorias, 5 empates y 3 derrotas como visitante; contra 8 victorias, 6 empates y 1 derrota en su estadio. El equipo llega a este partido después de un empate fuera con el Intercity por (2‑2). El Málaga ha ganado 6, empatado 3 y perdido 1 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones. El equipo permitió goles a su rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 19 de sus últimos 44 partidos terminaron con Menos de 1,5 goles y 31 en 44 terminaron con Menos de 2,5 goles. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador una vez en los 6 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Málaga llega a este partido tras un empate fuera de casa, por 2-2, en el estadio del Intercity. La mayor cualidad del equipo local radica en su capacidad para reaccionar ante una situación desventajosa. Cabe señalar que desde el punto de vista defensivo, las dificultades aumentan cuando el equipo contrario ataca por las bandas. El español Roberto Fernández es el jugador responsable por poner en peligro la defensa contraria y su mayor cualidad es la finalización. El técnico local deberá estar muy contento de tener a todos los jugadores a su disposición.