El equipo de la casa disputa su primer partido en esta edición de la Copa de Brasil con la intención de aprovechar el factor casa para conquistar un resultado positivo. Este es un equipo poco afectado por el factor casa, es decir, presenta resultados similares en casa y fuera, ya que en los últimos 30 partidos registra 7 victorias, 2 empates y 6 derrotas como visitante, con 27 goles marcados y 25 encajados, contra 8 victorias, 3 empates y 4 derrotas en casa, con 17 goles marcados y 13 encajados. El equipo llega a este partido después de un empate en casa con el Nação por (1‑1). Marcílio Dias ganó 5, empató 2 y perdió 3 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 7 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador una vez en los 7 partidos en los que sufrió el primer gol. En los últimos 8 partidos en casa para todas las competiciones hay 1 periodo en destaque: marcó 4 de sus 8 goles entre los minutos (76'‑90').
Marcílio Dias tiene un historial reciente de resultados que demuestran tanto su capacidad para ganar como sus vulnerabilidades. Las victorias ante Figueirense (2-0) y Concordia (0-1) destacan la eficacia defensiva y la capacidad de convertir las oportunidades en goles. Sin embargo, el empate ante Nação (1-1) y la derrota ante Hercilio Luz (2-0) sugieren inconsistencias, especialmente en los partidos fuera de casa. El equipo de Marcílio Dias se mostró competitivo, sobre todo en su estadio, lo que podría representar una ventaja en el enfrentamiento contra el Vasco.