El equipo visitante disputa su primer partido en esta edición de la Copa do Brasil con la intención de conseguir un resultado positivo como visitante. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en los últimos 30 partidos registra 2 victorias, 7 empates y 6 derrotas como visitante, con un total de 10 goles marcados y 17 concedieron. En casa, obtuvo 6 victorias, 5 empates y 4 derrotas, con un total de 15 goles marcados y 17 sufridos. El equipo llega a este partido después de la victoria en casa contra el Coritiba por (1‑0). En los últimos 10 partidos disputados como visitante el Cascavel ganó 1, empató 5 y perdió 4. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos. En sus partidos como visitante hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 7 de sus últimos 16 partidos terminaron con Menos de 1,5 goles y 12 en 16 terminaron con Menos de 2,5 goles. En 15 partidos, sufrió el primer gol 8 veces y sólo consiguió darle la vuelta al marcador una vez. Hay 2 periodos en destaque en los últimos 16 partidos como visitante para todas las competiciones: marcó 4 de sus 10 goles entre los minutos (76'‑90') y 4 de sus 10 entre (46'‑60').
Cascavel llega a la Copa de Brasil en forma alentadora, como lo demuestran los recientes resultados positivos. La victoria (1-0) sobre Coritiba es particularmente notable, lo que sugiere que Cascavel tiene potencial para enfrentarse a equipos de alto nivel. Empates y victorias, como ante Cianorte (1-0) y un empate ante Operário (1-1), muestran un equipo que sabe adaptarse a las circunstancias del juego. La derrota ante el São Joseense (2-1) nos recuerda que el equipo necesita mantener la concentración, pero Cascavel demostró que es un equipo competente y capaz.