El equipo visitante debuta en esta edición de la Copa de Brasil con la intención de conseguir un resultado positivo y sorprender a los locales. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en los últimos 30 partidos registra 4 victorias, 6 empates y 5 derrotas como visitante, con un total de 12 goles marcados y 12 concedieron. En casa, obtuvo 9 victorias, 2 empates y 4 derrotas, con un total de 29 goles marcados y 15 sufridos. En el último partido que disputó, frente al Paraense, ganó fuera al Tapajós por (1‑3). En los últimos 10 partidos fuera de casa el Remo ganó 4, empató 5 y perdió 1. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En sus partidos como visitante hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 10 de sus últimos 22 partidos terminaron con Menos de 1,5 goles y 16 en 22 terminaron con Menos de 2,5 goles. En 15 partidos, sufrió el primer gol 4 veces y nunca logró remontar el marcador.
El Remo ya acumula importantes resultados a principios de año, destacándose con actuaciones que demuestran su capacidad ofensiva y defensiva. Los últimos resultados incluyen una victoria ante el Tapajós por (1×3), demostrando eficacia en ataque. Ante el Tuna Luso sufrió una derrota por (2×3) en un partido que puso de relieve su vulnerabilidad, pero también su capacidad para marcar goles bajo presión. El empate sin goles ante Paysandú PA (0-0) demostró solidez defensiva. Estos partidos reflejan la preparación de Remo para la competición, con un equipo ya probado en diferentes situaciones de juego.