El equipo de la casa disputa su primer partido en esta edición de la Copa FA con la intención de aprovechar el factor casa para conquistar un resultado positivo. Este es un equipo que mantiene su rendimiento cuando juega fuera de casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 4 empates y 5 derrotas como visitante; contra 10 victorias y 5 derrotas en su estadio. El equipo llega a este partido después de ganar en casa al AFC Bournemouth por (3‑1). En los últimos 10 partidos en casa el Tottenham registra 7 victorias y 3 derrotas. El equipo ha permitido goles a su rival en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con gran regularidad, ya que siempre marcó al menos un gol en los últimos 10 partidos. Este es un equipo que suele marcar primero: abrió el marcador en 13 de sus últimos 15 partidos, de esos 13 llegó al descanso con ventaja en 7 y logró mantener la ventaja hasta el final de los 90′ en 8.
El equipo del Tottenham llega a este partido con una victoria por 3-1 ante el Bournemouth, en un partido que cuenta para la Premier League: los goles del equipo fueron marcados por Pape Matar Sarr, Heung-min Son y Richarlison. El equipo de la casa suele actuar en un tradicional 4-3-3, en el que los tres jugadores más adelantados son Dejan Kulusevski, Richarlison y Heung-min Son, siendo el último atleta citado el máximo goleador de este equipo, con 12 goles marcados. El cerebro del equipo es el centrocampista Giovani Lo Celso, el jugador responsable por definir y liderar los ataques de su equipo. Para este partido, el técnico Ange Postecoglou no puede contar con Pape Matar Sarr, Ivan Perisic, Manor Solomon, Cristian Romero, Alfie Whiteman, Ryan Sessegnon y James Maddison, todos con problemas físicos.