Después de 14 victorias, 5 empates y 6 derrotas, el equipo de la casa está en la 5.ª posición, con 47 puntos conquistados. En el último partido, perdió en casa con el Wolverhampton Wanderers por (1‑2), después de haber ganado en casa en el partido anterior, en un partido contra el Brighton & Hove Albion, por (2‑1). Este es un equipo que mantiene su rendimiento cuando juega fuera de casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 6 empates y 3 derrotas como visitante; contra 10 victorias y 5 derrotas en su estadio. En los últimos 10 partidos en casa para el campeonato, el Tottenham registra 6 victorias y 4 derrotas, por lo que conquistó 18 puntos de 30 posibles. El equipo ha permitido goles al rival en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con gran regularidad, ya que siempre marcó al menos un gol en los últimos 10 partidos en este competencia. En sus partidos en casa para la competición hay una tendencia para haber goles, ya que 11 de 13 terminaron con Más de 2,5 goles en el marcador. En 25 partidos en esta competición, consiguió la remontada en 4 de los 8 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Tottenham llega a esta jornada desmotivado, tras una derrota en casa, por 1×2, ante el Wolverhampton, poniendo fin a cinco partidos consecutivos sin perder en esta Premier League: el único gol del equipo lo marcó Dejan Kulusevski. El equipo local suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, utilizando como referencia un estilo de juego más lento y cerebral. En este dibujo táctico, los tres hombres responsables de causar pánico en la defensa contraria son Heung-min Son, Dejan Kulusevski y Richarlison, siendo el primer atleta mencionado el máximo goleador de este equipo, con 12 goles marcados. Fuera de este partido quedan Fraser Forster, Pedro Porro, Ryan Sessegnon, Destiny Udogie y Manor Solomon, todos con problemas físicos.