Luego de 9 victorias, 3 empates y 4 derrotas, el equipo visitante se encuentra en el 3er lugar, habiendo ganado 29 puntos. En el último partido, empató en casa, frente al Goiás, por (1‑1), después de que en el partido anterior ganara (1‑0) en casa, frente al Atlético Mineiro. Este es un equipo más fuerte en casa, donde ganó 20 puntos, contra solo 9 en sus partidos fuera de casa. En el campeonato, Grêmio obtuvo 10 puntos de 21 posibles, luego de 3 victorias, 1 empate y 3 derrotas en los últimos 7 partidos que disputó como visitante. En los partidos disputados como visitante hay algunos resultados más frecuentes: al final de los primeros 45′ 1‑1 (4 de 9 partidos) y al final del partido 1‑2 (3 de 9 partidos). El equipo encajó goles al contrario en 9 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que logró anotar goles en 8 de los últimos 10 partidos de esta competición. En 16 partidos para esta competición, solo logró 2 remontadas en el marcador en los 7 partidos en los que encajó el primer gol.
El empate en la última ronda sacó a Grêmio del segundo lugar, algo que no se esperaba. Ahora, ante el Vasco, el equipo de Rio Grande do Sul quiere la victoria, porque no quiere dejar la pelea en lo más alto de la tabla. Eso sí, tiene que respetar a Cruzmaltino, pero sabiendo todos los problemas existentes, no puede dejar de imponerse en ningún momento. Creemos que la tricolor analizará el partido para encontrar las mejores formas de actuar. La certeza que queda es que no se limitará a la defensa, al fin y al cabo quiere los tres puntos.