Este es el primer partido en esta edición de la competición para el equipo local, que terminó la edición anterior en el puesto 15. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 4 victorias, 6 empates y 5 derrotas como visitante, con 19 goles marcados y 20 sufridos, contra 10 victorias, 3 empates y 2 derrotas en casa, con 25 goles marcados y 13 sufridos. El equipo llega a este partido después de una derrota fuera con el Nova Iguaçu por (1‑0). En los últimos 10 partidos disputados en casa el Vasco registra 8 victorias y 2 empates. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 13 de sus últimos 28 partidos terminaron con Menos de 1,5 goles y 17 en 28 terminaron con Menos de 2,5 goles. En 15 partidos, sólo consiguió remontar el marcador una vez en los 5 partidos en los que sufrió el primer gol.
El Vasco llega al Brasileirão con el objetivo de no afrontar dificultades en la competición. El principal objetivo es regresar a las competiciones sudamericanas, manteniendo la regularidad durante toda la temporada. Debutará contra Grêmio y seguramente enfrentará desafíos. Por tanto, es fundamental que el equipo juegue de forma organizada y cualificada para superar al equipo de Rio Grande do Sul.