El equipo de la casa llega a esta fase de la Copa del Rey ( Dieciseisavos de final) después de eliminar al Arenteiro, después de una victoria fuera en la eliminatoria anterior por (1‑3). Éste es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 4 victorias, 3 empates y 8 derrotas como visitante; contra 8 victorias, 5 empates y 2 derrotas en su estadio. El equipo llega a este partido después de un empate fuera con el Espanyol por (3‑3). El Burgos ha ganado 6 y empatado 4 de sus últimos 10 partidos en casa para todas las competiciones. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 7 de los últimos 10 partidos. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 23 de sus últimos 51 partidos terminaron con Menos de 1,5 goles y 32 en 51 terminaron con Menos de 2,5 goles. En 15 partidos, sufrió el primer gol 6 veces y sólo consiguió darle la vuelta al marcador una vez. Hay 1 periodo en destaque en los últimos 20 partidos en casa para todas las competiciones: sufrió 6 de sus 17 goles entre los minutos (31’‑45′).
El Burgos llega a este partido tras un empate fuera de casa, por 3×3, frente al Espanyol. El Burgos suele actuar en un sistema táctico 5-2-3, en el que los dos jugadores que ocuparán la zona más central del campo son Miguel Atienza y Kévin Appin. El español Edu Espiau es el jugador responsable por poner en peligro la defensa contraria y su mayor cualidad es la finalización. Al parecer, el técnico local debería estar muy contento de tener a todos los jugadores preparados para esta batalla.