El equipo de la casa debuta en esta edición de la Copa de Brasil con la intención de conquistar un resultado positivo, aprovechando el factor casa. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 2 victorias, 5 empates y 8 derrotas como visitante, con 13 goles marcados y 34 sufridos, contra 6 victorias, 5 empates y 4 derrotas en casa, con 17 goles marcados y 15 sufridos. El equipo llega a este partido después de un empate fuera con el ASA por (2‑2). Murici ha ganado 2 y empatado 2 de sus últimos 4 partidos en casa para todas las competiciones. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que sufrió goles en 6 de los últimos 8 partidos. Este es un equipo que rara vez marca primero y solo consiguió abrir el marcador en 2 de sus últimos 8 partidos, de esos 2 llegó al descanso con ventaja en 1 y ganó al final de los 90' en 1. En 8 partidos, sólo consiguió 1 remontada en los 5 partidos en los que sufrió el primer gol.
Murici ha mostrado un estado de forma respetable en sus últimos partidos, con una serie de resultados que resaltan la solidez defensiva del equipo. Los empates contra ASA (2-2) y Coruripe (0-0) demuestran que Murici puede mantener a raya a sus oponentes, incluso en situaciones difíciles. La victoria (0-1) contra Cruzeiro Arapiraca fuera de casa es particularmente notable, lo que sugiere que Murici tiene la capacidad de aprovechar las oportunidades, una característica valiosa para los partidos de copa. Estos resultados, junto con una contundente victoria (4-0) sobre Dimensao Capela, indican que Murici llega a la Copa de Brasil con confianza, listo para afrontar el desafío que representa la Confiança.