Después de 19 victorias, 10 empates y 10 derrotas, el equipo de la casa está en la 5ª posición, con 67 puntos conquistados. En el último partido, empató fuera con el Millwall por (1‑1), después de haber ganado en casa en el partido anterior, en un partido contra el Bristol City, por (2‑0). Éste es un equipo más fuerte cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 5 victorias, 4 empates y 6 derrotas como visitante; contra 11 victorias, 1 empate y 3 derrotas en su estadio. Para el campeonato, el West Bromwich conquistó 22 puntos en 30 posibles, después de 7 victorias, 1 empate y 2 derrotas en los últimos 10 partidos que disputó en su estadio. El equipo permitió goles al rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 9 de los últimos 10 partidos en esta competición. En sus partidos en casa hay una tendencia para haber pocos goles, ya que 12 de sus últimos 19 partidos en la competición terminaron con Menos de 2,5 goles. En 39 partidos disputados en esta competición, sólo consiguió la remontada una vez en los 15 partidos en los que sufrió el primer gol.
El equipo de West Bromwich Albion llega a este partido después de un empate por 1-1 en la visita a Millwall: el único gol del equipo lo marcó Josh Swift. El equipo local suele actuar en un 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más rápido, siendo los tres jugadores más adelantados Grady Giangana, Mikey Johnston y Tom Fellows. El responsable por definir y liderar los ataques de su equipo es el centrocampista John Swift, un jugador con una capacidad envidiable para ver el juego. Fuera de este partido están Jayson Molumby, Daryl Dike y Josh Maja, todos con problemas físicos.
Alineación confirmada: Alex Palmer, Conor Townsend, Kyle Bartley, Semi Ajayi, Darnell Furlong, Alex Mowatt, Okay Yokuşlu, Brandon Thomas-Asante, Tom Fellows, John Swift, Michael Johnston.
Técnico: S. Allardice.