El equipo local llega a esta fase de la Liga de Campeones de la UEFA (Cuartos de final) después de una victoria fuera por (1‑4), en el desempate a través de penaltis, y una derrota en casa por (0‑1) con el Liverpool. Esta es una escuadra que curiosamente ha tenido mejores resultados fuera que en casa, pues en los últimos 30 partidos registra 14 victorias y 1 empate como visitante, con 51 goles marcados y 15 recibidos, en comparación con 11 victorias, 2 empates y 2 derrotas en casa, con 36 goles anotados y 12 encajados. El equipo llega a este encuentro luego de una victoria en casa contra el Angers SCO por (1‑0). En los últimos 6 partidos disputados en casa en la Liga de Campeones de la UEFA, el PSG ganó 3, empató 1 y perdió 2. Su ataque ha marcado con regularidad, ya que ha conseguido concretar en 8 de los últimos 10 partidos en esta competición. En sus encuentros en casa existe una tendencia para los goles, ya que 17 de 26 terminaron con más de 2.5 goles en el marcador. En 12 partidos de esta competición, solo ha conseguido 1 remontada en los 5 partidos en los que recibió primero el gol.
El Paris Saint-Germain (PSG) llega a este choque de cuartos de final de la Liga de Campeones de la UEFA con un historial sólido en la competición. En 12 partidos disputados, el PSG ha logrado 7 victorias, 1 empate y 4 derrotas, anotando 25 goles y recibiendo 10. El equipo parisino tiene un promedio de 2.08 goles marcados por partido y 0.83 goles encajados por encuentro. Defensivamente, el PSG ha mantenido 5 juegos sin recibir goles. La disposición táctica predominante ha sido el 4-3-3, enfatizando la posesión de balón y transiciones rápidas. El ataque ha demostrado ser eficiente, destacando por la capacidad de marcar goles en diferentes momentos de los partidos. Defensivamente, el equipo mantiene líneas compactas, buscando recuperar el balón rápidamente después de perderlo.