El equipo local llega a esta fase de la Liga Europa (Cuartos de final) después de una victoria en casa por (3‑1) y una derrota fuera por (1‑0) ante el AZ. Este es un equipo afectado por el factor casa, más fuerte cuando juega ante sus aficionados, ya que en los últimos 30 partidos registra 4 victorias, 2 empates y 9 derrotas como visitante, con 19 goles marcados y 21 encajados, contra 6 victorias, 4 empates y 5 derrotas en casa, con 30 goles marcados y 27 sufridos. El equipo llega a este encuentro después de una victoria en casa contra el Southampton por (3‑1). En los últimos 5 partidos que disputó en casa en la Liga Europa, el Tottenham ganó 4 y empató 1.
En esta competición, no ha perdido en su estadio en las últimas 5 partidas. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que ha recibido goles en 7 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha marcado con regularidad, anotando en 9 de los últimos 10 encuentros en esta competición. En sus partidos en casa existe una tendencia a los goles, ya que 21 de 28 finalizaron con más de 2.5 goles en el marcador.
El Tottenham entra en este encuentro después de una victoria por 3-1 ante el Southampton, en un juego válido para la Premier League: los goles del equipo fueron anotados por Mathys Tel y Dominic Solanke (2). Es importante mencionar que el club local llega a esta fase de la Liga Europa después de eliminar al AZ en la ronda anterior. El equipo inglés suele jugar en un sistema táctico de 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más rápido. En este esquema, los tres jugadores principales responsables de desestabilizar en la zona ofensiva son Heung-min Son, Brennan Johnson y Dominic Solanke. El mediocampista James Maddison es el cerebro del equipo, encargado de dictar el ritmo de las jugadas y lanzar las ofensivas. No estarán disponibles para este partido Kevin Danso, Dejan Kulusevski y Radu Drăgușin, todos con problemas físicos.