El equipo local juega un partido pendiente de la 29ª jornada, contra Crystal Palace, después de 17 victorias, 5 empates y 9 derrotas en sus juegos de la liga hasta este momento. Este es un equipo poco afectado por el factor local, es decir, obtiene prácticamente los mismos puntos en casa que fuera, ya que ha conseguido 29 puntos en su estadio, con 30 goles anotados y 19 recibidos, en comparación con 27 puntos fuera, donde ha anotado 26 goles y ha recibido 21. En los últimos 10 partidos en casa de la liga, Newcastle ha registrado 6 victorias, 1 empate y 3 derrotas, obteniendo 19 puntos de 30 posibles. En sus partidos en casa, el marcador más frecuente al intervalo ha sido 1‑0 (9 de 15 partidos). El equipo ha permitido goles a su oponente en 8 de los últimos 10 partidos, lo que indica que no ha mostrado gran solidez defensiva, pero su ataque ha anotado de manera regular, ya que ha conseguido marcar en 8 de los últimos 10 partidos en esta competición. En 31 partidos disputados, logró revertir el marcador en 5 de los 15 en los que permitió el primer gol.
Newcastle United llega a este encuentro después de una gran victoria, por 4-1, en su partido contra Manchester United: los goles del equipo fueron anotados por Sandro Tonali, Harvey Barnes (2) y Bruno Guimarães. El equipo local generalmente juega en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando las transiciones rápidas, especialmente a través de las bandas. En este esquema, los tres jugadores más avanzados son Jacob Murphy, Harvey Barnes y Alexander Isak. Cuando se lanza al ataque, normalmente lo hace a través del corredor lateral derecho, aprovechando la profundidad que ofrece Kieran Trippier. Se perderán este encuentro Sven Botman, Jamaal Lascelles y Lewis Hall, todos por lesión.