Después de 1 victoria, 3 empates y 1 derrota, el equipo local está en la 11ª posición, habiendo conseguido 6 puntos. En su último partido, empató con Juventude fuera (2‑2), después de haber ganado en el juego anterior en casa contra Grêmio (4‑1). Este es un equipo más fuerte cuando juega en su estadio, ya que en sus últimos 30 partidos registra 4 victorias, 4 empates y 7 derrotas como visitante; contra 9 victorias, 4 empates y 2 derrotas en su estadio. El Mirassol ganó 6, empató 2 y perdió 2 de sus últimos 10 juegos disputados en casa en todas las competiciones. La defensa ha tenido altibajos, ya que ha recibido goles en los últimos 5 partidos, pero su ataque ha mostrado una notable regularidad, marcando al menos un gol en los últimos 5 partidos de esta competición. En 15 partidos, solo logró revertir el marcador en 1 de los 10 partidos en los que recibió el primer gol.
El Mirassol llega a esta fase del Brasileirão con una dinámica positiva. Después de comenzar con una derrota, el equipo parece haberse encontrado y ha puntuado de manera regular, lo que es clave para su cercanía al tope de la tabla. Con cuatro juegos sin perder, esta en una buena posición para superar al Galo, que no concede puntos fácilmente como visitante.