El equipo visitante llega a esta fase de la Liga MX (Clausura – Reclassificación) después de haber terminado la fase anterior en la 8ª posición, con 28 puntos. Pachuca es un equipo que no se afecta mucho por el factor casa, mostrando resultados similares tanto en casa como fuera, ya que en sus últimos 30 partidos ha registrado 5 victorias, 2 empates y 8 derrotas como visitante, con un total de 26 goles anotados y 28 encajados. En casa, ha logrado 6 victorias, 5 empates y 4 derrotas, con un total de 23 goles anotados y 18 encajados. En sus últimos 10 partidos fuera de casa por el campeonato, Pachuca ha logrado 3 victorias, 1 empate y 6 derrotas, acumulando 10 puntos de 30 posibles. En sus juegos de liga como visitante, el resultado más frecuente al final del encuentro ha sido el 2‑1 (6 de 17 partidos). El equipo ha permitido goles al rival en 8 de sus últimos 10 partidos, por lo que no ha mostrado gran solidez defensiva, aunque su ataque ha sido regular, logrando marcar en 9 de los últimos 10 partidos en esta competencia. En sus juegos fuera de casa para esta competencia, hay una tendencia a que haya goles, ya que 12 de 17 han terminado con más de 2.5 goles en el marcador. En 34 partidos de esta competencia, ha encajado el primer gol 18 veces y solo ha logrado 2 remontadas en el marcador.
Pachuca también ha demostrado regularidad durante la fase inicial, pero estuvo por debajo de lo necesario para avanzar directamente a los cuartos. Ahora, enfrenta un duelo eliminatorio donde solo la victoria importa, lo que exige máxima concentración y entrega total. Fuera de casa, el equipo debe adoptar una postura equilibrada, alternando momentos de fuerte defensa con rápidas salidas al ataque. La eficiencia en las transiciones y la capacidad para manejar la presión serán determinantes. Consciente del desafío, Pachuca se apoya en su competitividad para buscar la clasificación a la siguiente fase.