Tras 15 victorias, 10 empates y 8 derrotas, el equipo local ocupa la 5ª posición con 55 puntos. En su último partido, venció al Espanyol en casa (1‑0), después de perder en su partido anterior ante el Celta de Vigo (3‑0). Este equipo ha sido poco afectado por el factor casa, presentando resultados similares en casa y de visitante, con 7 victorias, 2 empates y 6 derrotas fuera, marcando 23 goles y encajando 20, comparado con 6 victorias, 6 empates y 3 derrotas en casa, con 30 goles marcados y 21 encajados. En el campeonato, Villarreal ha conseguido 14 puntos de 30 posibles, tras 3 victorias, 5 empates y 2 derrotas en los últimos 10 juegos que disputó en su estadio. En sus partidos en casa, el marcador más frecuente al descanso ha sido 1‑0 (6 en 16 juegos). El equipo ha permitido goles a su oponente en 7 de los últimos 10 partidos, lo que indica una falta de solidez defensiva, aunque su ataque ha sido regular, anotando en 7 de los últimos 10 encuentros de esta competición. En sus juegos locales, hay una tendencia a que se marquen más goles, ya que 11 de sus últimos 16 partidos terminan con más de 2.5 goles. En 33 partidos en esta competición, solo ha logrado remontar 4 veces en los 14 encuentros donde recibió el primer gol.
Villarreal llega a este enfrentamiento motivado por su reciente victoria por 1-0 sobre el Espanyol, con un gol de Yéremy Pino. El equipo de Marcelino alineará en un esquema táctico 4-4-2, priorizando transiciones rápidas, con Thierno Barry y Ayoze Pérez tomando las riendas del ataque. Con una plantilla superior, los amarillos adoptarán una postura más ofensiva, buscando explotar su calidad técnica. Para este encuentro, el entrenador no podrá contar con Yéremy Pino, que está suspendido, ni con Tajon Buchanan e Ilias Akhomach, quienes están lesionados.