El equipo visitante se encuentra actualmente en la 18ª posición, con 50 puntos logrados, tras 12 victorias, 14 empates y 19 derrotas. En el penúltimo partido, perdió fuera ante el Leeds United por (6‑0). En el último, cayó en casa ante el Sheffield United por (0‑2). Este es un equipo afectado por el factor local, siendo más fuerte cuando juega con el apoyo de sus aficionados, ya que en los últimos 30 partidos registra 2 victorias, 4 empates y 9 derrotas fuera de casa, con un total de 13 goles anotados y 29 recibidos. Dentro de casa, consiguió 5 victorias, 6 empates y 4 derrotas, con un total de 17 goles anotados y 17 recibidos. En los últimos 10 partidos fuera por la liga, el Stoke ha registrado 2 victorias, 2 empates y 6 derrotas, obteniendo 8 puntos de 30 posibles. En sus juegos de liga como visitante, el resultado más frecuente al medio tiempo fue el 0‑0 (9 en 22 partidos). El equipo ha permitido goles en 7 de los últimos 10 encuentros, lo que indica una falta de solidez defensiva, aunque su ataque ha marcado con regularidad, al concretar en 7 de los últimos 10 partidos en esta competición. En 45 partidos en esta liga, solo ha logrado 2 remontadas en los 21 en que recibió primero.
El Stoke City entra a este partido motivado tras una derrota por 0-2 ante el Sheffield United. Al igual que su oponente, los “Potters” necesitan un buen resultado para asegurar su permanencia en esta Championship. La plantilla dirigida por Mark Robins debería alinearse en 4-3-3, con Jun-ho Bae, Million Manhoef y Sam Gallagher formando el trío más adelantado. La principal apuesta ofensiva se centra en el corredor derecho, donde Junior Tchamadeu, con su velocidad y creatividad, busca desestabilizar a la defensa rival. Para este encuentro, el técnico no podrá contar con Michael Rose, Enda Stevens, Jordan Thompson y Eric-Junior Bocat, todos lesionados.