Después de 14 victorias, 12 empates y 14 derrotas, el equipo local ocupa la 10ª posición, acumulando 54 puntos. En su último encuentro, perdió con el Levante de visitante (1‑0), después de haber ganado en casa contra el Huesca (3‑2). Este es un equipo que se siente más fuerte cuando juega ante su afición, ya que en sus últimas 30 partidas tiene 2 victorias, 5 empates y 8 derrotas como visitante, con 12 goles anotados y 22 recibidos, en contraste con 8 victorias, 5 empates y 2 derrotas en casa, donde anotaron 27 goles y recibieron 18. En el torneo, el Albacete ha conseguido 22 puntos de 30 posibles, con 7 victorias, 1 empate, y 2 derrotas en sus últimos 10 partidos jugados en su estadio. En sus encuentros como local, el resultado más común al término de los primeros 45 minutos ha sido el 0‑0, que se ha repetido en 7 de sus 20 juegos. Aunque su solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, habiendo recibido goles en 8 de los últimos 10 partidos, su ataque ha mostrado regularidad, anotando en 8 de los últimos 10 partidos en esta competición. En un total de 40 encuentros, solo lograron revertir el marcador en 1 de las 19 ocasiones en las que encajaron el primer gol. En sus últimos 20 juegos en casa, 11 de los 25 goles encajados fueron en el tramo de minutos (76’‑90′).
El Albacete no tiene más oportunidades de clasificar a los playoffs tras caer ante el Levante en la última jornada. En el 4-4-2 que compone el sistema del equipo, el flanco izquierdo ha sido clave en la creación de juego, con la conexión entre Agus Medina, Pablo Sáenz y Jon Morcillo. Este trío se mueve de manera inteligente, intercambiando pases rápidamente y generando desequilibrio en las defensas rivales. Morcillo no solo participa en la construcción del juego, sino que también es efectivo en las finalizaciones, compartiendo la responsabilidad ofensiva con Higinio Marín, quien se posiciona constantemente en el área. El lateral izquierdo Jaume Costa está en el departamento médico y no estará disponible para la próxima ronda.