El equipo visitante llega a esta 2ª ronda después del empate en su debut en la liga contra el Fulham (1-1). El Brighton ha mantenido su nivel de rendimiento jugando fuera de su estadio, con un historial de 30 partidos como visitante que incluye 7 victorias, 5 empates y 3 derrotas; mientras que en su estadio ha logrado 7 victorias, 6 empates y 2 derrotas. En los últimos 10 partidos como visitante, el Brighton ha ganado 5, empatado 2 y perdido 3. La solidez defensiva no ha sido su fuerte, pues ha recibido goles en 8 de los últimos 10 partidos, pero su ataque se ha mostrado constante, marcando al menos un gol en cada uno de los últimos 10 encuentros. En sus juegos como visitante, hay una tendencia a que se anoten goles, ya que 21 de sus últimos 22 partidos han terminado con más de 1.5 goles y 15 de 22 han terminado con más de 2.5 goles. En 15 partidos, ha recibido el primer gol 6 veces pero ha logrado revertir el marcador en 2 ocasiones.
El equipo bajo la dirección de Fabian Hurzeler llega a este encuentro tras un empate en casa (1-1) contra el Fulham. El equipo visitante tiende a emplear un sistema táctico 4-3-3, aprovechando las transiciones rápidas, especialmente por las bandas. En este esquema, los tres jugadores encargados de crear y finalizar las situaciones de gol son Kaoru Mitoma, Georginio Rutter y Yankuba Minteh. Además, el Brighton tiene una arma interesante: es capaz de generar varias oportunidades para disparos a larga distancia. El entrenador visitante no podrá contar con Stefanos Tzimas, Solly March, Tom Watson, Julio Enciso, Jack Hinshelwood, Tariq Lamptey y Adam Webster, quienes se encuentran en rehabilitación por lesiones.