El equipo local llega a esta fase de la Copa Italia (2ª Ronda) después de haber eliminado al Carrarese, tras una victoria por (2‑0) en casa en la eliminatoria anterior. Curiosamente, esta es una plantilla que ha tenido mejores resultados como visitante que en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 7 victorias, 3 empates y 5 derrotas a domicilio, con 15 goles marcados y 17 sufridos, en comparación a 4 victorias, 4 empates y 7 derrotas en casa, con 17 goles marcados y 23 sufridos. En su último partido, disputado en la Serie A TIM, perdió en casa ante el Milan por (0‑3). En sus últimos 10 partidos en casa, Udinese ha registrado 3 victorias, 2 empates y 5 derrotas. Su solidez defensiva no ha sido su fuerte, ya que ha recibido goles en 7 de los últimos 10 encuentros, pero su ataque ha sido regular, anotando en 8 de los últimos 10 partidos. En 15 encuentros, solo logró una remontada en 7 ocasiones en las que recibió primero un gol.
Udinese llega a este encuentro desmotivada tras una derrota por 0-3 ante el AC Milan, en un partido de la Serie A. Es importante señalar que los locales avanzan en esta fase de la Copa Italia después de eliminar al Carrarese en el último encuentro. La formación habitual del equipo se basa en un sistema táctico 4-4-2, priorizando un estilo de juego de constantes transiciones. En este esquema, los dos delanteros que podrían causar problemas a la defensa rival son Iker Bravo y Keinan Davis. El encargado de dirigir el juego ofensivo del equipo será el mediocampista Jesper Karlström. Se perderán el partido Sandi Lovrić, Vakoun Bayo y Daniele Padelli, todos por lesión.