La escuadra local está actualmente en 18ª posición, con 2 puntos obtenidos tras 2 empates y 4 derrotas. En su penúltimo partido, perdió ante el Monaco (5‑2). En su última partida, empató en casa con el Le Havre (0‑0). Este es un equipo que mantiene rendimiento cuando juega fuera de su estadio, pues en sus últimos 30 partidos registra 5 victorias, 5 empates y 5 derrotas como visitante; contra 7 victorias, 6 empates y 2 derrotas en su propio estadio. El Metz ha ganado 3, empatado 5 y perdido 2 de sus últimos 10 partidos disputados en casa en todas las competiciones.
En esta competencia, no ha ganado ninguno de sus últimos 6 partidos disputados. El equipo ha permitido goles a su oponente en 5 de los últimos 6 partidos que ha disputado en esta competición, por lo que no ha estado muy sólido defensivamente. De los 15 partidos, sufrió el primer gol en 5 ocasiones y solo logró revertir el marcador 1 vez. En los últimos 18 partidos en casa en todas las competiciones, hay un período notable: sufrió 6 de sus 15 goles entre los minutos (76’‑90′).
El Metz llega a este partido después de un empate en casa, 0-0, ante el Le Havre. El club local suele emplear un sistema táctico 4-3-3, dando prioridad a un estilo de juego basado en constantes transiciones, especialmente por las bandas. En esta estructura, los tres jugadores que asumirán un rol más ofensivo son Morgan Bokele, Habib Diallo y Cheikh Sabaly. Es importante destacar que la zona media será ocupada por Boubacar Traoré, Jessy Deminguet y Gauthier Hein, siendo este último quien deberá guiar las incursiones ofensivas de su equipo. Para este juego, el director técnico Stéphane Le Mignan no podrá contar con Malíck Mbaye, Benjamin Stambouli, Michel Mboula y Ousmane Ba debido a que se encuentran en el departamento médico.