El equipo local está actualmente en la 10ª posición, con 53 puntos conseguidos, tras 14 victorias, 11 empates y 12 derrotas. En la penúltima partida, perdió en casa ante el Aston Villa por (0‑1). En la última partida, perdió de visitante ante el Manchester City por (3‑1). Curiosamente, este equipo presenta resultados más positivos fuera de casa que en su propia cancha, ya que en los últimos 30 partidos registra 7 victorias, 5 empates y 3 derrotas como visitante, con 32 goles marcados y 22 recibidos, en comparación con 5 victorias, 4 empates y 6 derrotas en casa, con 19 goles marcados y 14 recibidos. En el campeonato, el Bournemouth logró 11 puntos de 30 posibles, tras 3 victorias, 2 empates y 5 derrotas en los últimos 10 juegos disputados en su estadio. El equipo ha permitido goles a su oponente en 8 de los últimos 10 partidos, lo que indica una falta de solidez defensiva, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que logró concretar en 8 de los últimos 10 encuentros en esta competencia. En sus partidos en casa para esta competición, hay una tendencia hacia pocos goles, ya que en 12 de los últimos 18 disputados hubo menos de 3 goles. En 37 partidos en esta competición, solo logró 3 remontadas en los 18 juegos en los que encajó el primer gol.
El Bournemouth entra en esta partida tras una derrota por 3-1 en su visita al estadio del Manchester City: el único gol del equipo lo anotó Daniel Jebbison. El equipo local suele jugar con un sistema táctico de 4-3-3, priorizando un estilo más rápido y de constantes transiciones. En este esquema, los tres jugadores responsables de causar pánico en la defensa rival son Antoine Semenyo, Marcus Tavernier y Evanilson. Cabe destacar que en el medio campo deberían actuar David Brooks, Tyler Adams y Justin Kluivert. El técnico Andoni Iraola no podrá contar con Lewis Cook, suspendido, así como Luis Sinisterra, Dango Ouattara, Ryan Christie y Enes Ünal, quienes se encuentran en fase de recuperación de lesiones.