El equipo local se encuentra actualmente en la 7ª posición, con 14 puntos obtenidos de 4 victorias, 2 empates y 3 derrotas. En su penúltimo partido, perdió de visitante contra Atlético Mineiro por (3‑2). En su último encuentro, empató de visitante contra Juventude por (1‑1). Esta es una plantilla que se fortalece cuando juega en casa, ya que en los últimos 30 partidos ha registrado 6 victorias, 4 empates y 5 derrotas como visitante, con 24 goles marcados y 15 recibidos; contra 9 victorias, 5 empates y 1 derrota en casa, anotando 26 goles y recibiendo solo 9. En su último juego por la Copa do Brasil, ganó a Aparecidense fuera de casa por (1‑4). En los últimos 4 juegos como local en la liga, Fluminense ha registrado 3 victorias y 1 empate, obteniendo 10 puntos de 12 posibles.
En esta competición, no ha perdido ninguno de sus últimos 4 partidos en su estadio. Sin embargo, el equipo ha permitido goles a sus oponentes en 7 de los últimos 9 encuentros, evidenciando cierta fragilidad defensiva, aunque su ataque ha conseguido marcar de manera regular, concretando en 7 de esos 9 partidos. De los 9 juegos disputados en la competición, sufrió el primer gol en 4 ocasiones y solo logró revertir el marcador en una de esas ocasiones.
Fluminense se estaba complicando hasta que encontró un gol contra Juventude, lo que fue un alivio para el equipo dirigido por Renato Portaluppi. El empate fuera de casa resalta que quedan algunos aspectos por ajustar, y el cuerpo técnico tendrá mucho trabajo para preparar al equipo para esta nueva jornada del Brasileirão. Con algunos ajustes específicos, el tricolor puede aumentar sus posibilidades de superar a Vasco, que llega motivado tras vencer por 3 a 0 a Fortaleza.