El equipo de la casa debuta en esta edición de la Liga Europa con la intención de conquistar un resultado positivo, aprovechando el factor casa. Este es un equipo que curiosamente presenta resultados más positivos fuera de casa que en casa, ya que en los últimos 30 partidos registra 6 victorias, 5 empates y 4 derrotas como visitante, con 20 goles marcados y 18 sufridos, contra 6 victorias. 4 empates y 5 derrotas en casa, con 22 goles marcados y 16 encajados. El equipo llega a este partido después de una derrota en casa frente al Salzburgo por (0‑1). En los últimos 10 partidos en casa el LASK registra 3 victorias, 4 empates y 3 derrotas. El equipo permitió goles a su rival en 7 de los últimos 10 partidos, por lo que su defensa necesita mejorar, pero su ataque ha marcado con regularidad, ya que marcó goles en 8 de los últimos 10 partidos. En 15 partidos, sufrió el primer gol 4 veces y sólo consiguió darle la vuelta al marcador una vez.
El equipo dirigido por Thomas Darazs llega a este partido desmotivado, tras una derrota en casa, por 0x1, ante el Salzburgo. El equipo de la casa suele actuar en un sistema táctico 4-3-3, privilegiando un estilo de juego más pausado y organizado, atacando a través del corredor central. En esta formación, los tres jugadores responsables de causar pánico en la defensa rival son Lenny Pintor, Marin Ljubicic y Moses Usor. Al parecer, el técnico Thomas Darazs no debería poder contar con Ibrahim Mustapha, Maximilian Entrup, Florian Flecker, Valon Berisha, Ivan Ljubic, Tomás Tavares, Tomas Galvez y Andrés Andrade, ya que están, en este momento, entregados al departamento médico.