Tras 25 victorias, 3 empates y 4 derrotas, el equipo local ocupa la 1ª posición con 78 puntos. En su último partido, ganó al Estoril fuera de casa por (1‑2), habiendo ganado previamente en casa contra AVS, por (6‑0). Curiosamente, el Benfica ha obtenido mejores resultados fuera que en casa, logrando en sus últimos 30 partidos 11 victorias, 1 empate y 3 derrotas como visitante, con 33 goles a favor y 15 en contra, en comparación con 10 victorias, 2 empates y 3 derrotas en casa, marcando 43 goles y concediendo 17. En sus últimos 10 partidos locales en la liga, Benfica ha conseguido 8 victorias, 1 empate y 1 derrota, sumando 25 puntos de 30 posibles. Su ataque ha sido muy efectivo, anotando al menos un gol en sus últimos 10 juegos de esta competición. En casa, hay una tendencia a marcar goles, ya que 14 de sus últimos 16 partidos han terminado con más de 2.5 goles. El equipo no suele tener problemas para abrir el marcador: lo logró en 25 de sus últimos 32 partidos en la Primeira Liga, de los cuales llegó al descanso en ventaja en 19 y mantuvo la ventaja hasta el final en 22. En 32 partidos de esta competición, ha revertido el marcador en 3 de los 7 encuentros en los que recibió primero el gol.
El Benfica se prepara para este penúltimo partido como si fuera el “juego del año” para ellos. Es un encuentro crucial para las aspiraciones de Bruno Lage de alcanzar la cima de la tabla. El adversario es el Sporting, primero en la clasificación, que también tiene 78 puntos. Benfica se encuentra en desventaja, tanto en el enfrentamiento directo —donde perdió (1-0)— como en la diferencia de goles, con 3 menos que los leones. Así que solo un triunfo es aceptable, para que los encarnados dependan solo de sí mismos para alcanzar el título. Benfica llega a este encuentro con un 90% de victorias en sus últimos 10 partidos, habiendo desperdiciado puntos solo ante el Arouca, en casa. Es el momento del todo o nada, para determinar quién se llevará el título en esta intensa competición.