Con 4 victorias, 4 empates y 24 derrotas, el equipo visitante está actualmente en la 20ª posición, acumulando 16 puntos. En su última salida, perdió en casa ante el Osasuna por (2‑3) y en el partido anterior, perdió fuera ante el Atlético de Madrid por (4‑2). Este equipo ha sido impactado por el factor casa, mostrando ser más competitivo cuando juega con el apoyo de su afición, registrando en los últimos 30 partidos como visitante solo 2 victorias, 1 empate y 12 derrotas, con un total de 19 goles marcados y 39 encajados. En casa, ha conseguido 3 victorias, 3 empates y 9 derrotas, marcando 11 goles y permitiendo 28.
En esta competición, ha perdido los últimos 11 partidos como visitante. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que ha recibido al menos un gol en cada uno de sus últimos 10 encuentros en la competición. En sus partidos fuera de casa, existe una tendencia hacia los goles, ya que 13 de 16 han terminado con más de 2.5 goles en el marcador. Este equipo tiene dificultades para marcar primero, habiendo conseguido abrir el marcador en solo 6 de sus últimos 32 partidos en La Liga, de estos 6, ha llegado al intervalo con ventaja en 2 y ha ganado 3 al final. En 32 partidos en esta competición, solo ha logrado revertir una vez el marcador en los 24 juegos donde recibió primero el gol. Hay un período destacado en los últimos 16 partidos disputados como visitante en esta competición: anotaron 5 de sus 13 goles entre los minutos (46’‑60′).
El Real Valladolid llega a este partido tras una victoria por 2-3 sobre Osasuna: los goles fueron de Raúl Moro y Mamadou Sylla. El club visitante suele emplear un sistema táctico en 4-3-3, priorizando un estilo de juego más rápido. En esta formación, los tres jugadores que tienen la misión de crear peligro en la zaga adversaria son Darwin Machís, Juanmi Latasa y Raúl Moro. El mediocampista Florian Grillitsch es el cerebro del equipo, siendo responsable de definir y dirigir las ofensivas del equipo visitante. Todos los jugadores están disponibles para este encuentro.