Después de 13 victorias, 8 empates y 12 derrotas, la escuadra visitante ocupa la 7ª posición, con un total de 45 puntos. En su último partido, perdió contra el Bari 1908 (2‑1), tras haber ganado en casa contra el Sassuolo (5‑3) en la jornada anterior. En cuanto al campeonato, el Palermo ha conseguido 9 puntos de 30 posibles como visitante, logrando 2 victorias, 3 empates y 5 derrotas en los últimos 10 encuentros. La solidez defensiva no ha sido su punto fuerte, ya que recibió goles en 8 de los últimos 10 partidos. Sin embargo, su ataque ha marcado al menos una vez en cada uno de los últimos 10 encuentros en esta competencia. De los 33 partidos jugados, nunca logró revertir un marcador en los 14 en los que recibió el primer gol. En los últimos 17 encuentros como visitante, 8 de sus 21 goles concedidos fueron en los minutos (76’‑90′).
El Palermo, rival de esta jornada, es uno de los equipos más competitivos en la segunda división italiana, ubicado cerca de la zona de clasificación para los playoffs de ascenso. Su alineación recurrente, con una disposición alineada al 3-5-2 o incluso al 4-2-3-1, destaca la intención del entrenador de estructurar un sistema defensivo sólido, a la vez que se apoya en rápidas transiciones y la aproximación de los carrileros en situaciones ofensivas. En su última jornada, el Palermo mostró eficacia en los contraataques y mantuvo una disciplina táctica efectiva, neutralizando los principales puntos fuertes del rival, lo que demuestra madurez en la toma de decisiones. Este perfil combativo y pragmático, especialmente fuera de casa, hace que el equipo busque un juego más cauteloso, aprovechando los errores del oponente para construir sus oportunidades de gol.