Después de 25 victorias, 7 empates y 2 derrotas, el equipo visitante está en la 1ª posición, habiendo conseguido 82 puntos. En el último partido, ganó al Tottenham Hotspur en casa por (5‑1), después de haber ganado fuera ante el Leicester City, por (0‑1). Esta es una escuadra poco afectada por el factor casa, es decir, presenta resultados similares tanto en casa como fuera, ya que en los últimos 30 partidos registra 8 victorias, 3 empates y 4 derrotas como visitante, con un total de 30 goles anotados y 17 recibidos. Como local, ha conseguido 11 victorias, 2 empates y 2 derrotas, con un total de 37 goles marcados y 14 recibidos. En los últimos 10 partidos fuera en la liga, el Liverpool cuenta con 6 victorias, 3 empates y 1 derrota, acumulando 21 puntos de 30 posibles. Su ataque ha marcado con gran regularidad, ya que siempre anotó al menos un gol en los últimos 10 partidos en esta competición. Hay una tendencia a haber goles en sus partidos fuera, ya que 15 de los últimos 17 encuentros que disputó para esta competición terminaron con más de 1.5 goles. En 34 partidos de la Premier League, recibió el primer gol en 11 ocasiones pero logró revertir el marcador en 4. En los últimos 17 partidos fuera para esta competición hay un período que se destaca: sufrió 8 de sus 19 goles entre los minutos (31’‑45′).
El Liverpool llega a este encuentro tras un gran triunfo, por 5-1, en su partido contra el Tottenham: los goles del equipo fueron anotados por Luis Díaz, Alexis Mac Allister, Cody Gakpo, Mohamed Salah y Destiny Udogie (gol en propia puerta). El equipo visitante suele jugar en un 4-3-3, priorizando las transiciones ofensivas y canalizando su ataque a través de las bandas. Las tres «flechitas» que apuntan a la portería del rival serán Diogo Jota, Luis Díaz y Mohamed Salah, siendo el mediocampista Dominik Szoboszlai el encargado de definir el momento ofensivo. Para este partido, el mister Arne Slot no podrá contar con Cody Gakpo, suspendido, así como con Tyler Morton y Joe Gomez, ambos con problemas físicos.