Con 4 victorias, 9 empates y 21 derrotas, el equipo visitante ocupa la 18ª posición con 21 puntos. En su último partido, perdió frente al Newcastle United (3‑0), después de haber perdido en casa ante el Arsenal (0‑4) en su partido anterior. Curiosamente, este equipo ha sido más fuerte jugando fuera que en casa, registrando 4 victorias, 4 empates y 7 derrotas como visitante en los últimos 30 partidos; frente a 2 victorias, 2 empates y 11 derrotas en su estadio. En sus últimos 10 juegos fuera por la liga, Ipswich ha conseguido 2 victorias, 3 empates y 5 derrotas, acumulando 9 puntos de 30 posibles. El equipo no ha estado sólido defensivamente, ya que ha permitido goles en sus últimos 10 encuentros, pero su ataque ha marcado regularmente, con goles en 7 de los últimos 10 partidos en esta competición. En 34 partidos, nunca ha podido revertir el marcador en los 18 en los que recibió el primer gol. En las últimas 17 partidas como visitante, marcaron 7 de sus 20 goles entre los minutos (31’‑45′).
El Ipswich Town llega a esta jornada tras una dura derrota por 3-0 en su visita al estadio del Newcastle United, un resultado que ha acentuado el momento negativo del equipo en la parte final de la temporada. Con el descenso a la segunda división ya consumado, los visitantes entran al campo sin gran presión competitiva. Bajo la dirección de Kieran McKenna, el equipo de Ipswich suele utilizar un esquema táctico de 4-3-3, privilegiando la anchura ofensiva y transiciones rápidas. En la delantera, George Hirst, Omari Hutchinson y Jack Clarke forman un trío responsable de anotar, mientras que el flanco derecho, con la proyección ofensiva de Dara O’Shea, asume un papel destacado en la creación de jugadas. Están fuera de este partido Ben Johnson, Liam Delap y Jacob Greaves por suspensión, así como Kalvin Phillips, Arijanet Muric, Jaden Philogene, Sammie Szmodics, Chiedozie Ogbene y Wes Burns, que tienen problemas físicos.