El equipo local se encuentra actualmente en la 13ª posición, con 42 puntos acumulados, tras 9 victorias, 15 empates y 12 derrotas. En su penúltimo partido, empató en casa contra el Ipswich Town por (2-2). En su último encuentro, ganó de visitante contra el Fulham por (1-3). Este es un equipo que curiosamente ha mostrado mejores resultados fuera que en casa, ya que en los últimos 30 partidos tiene 5 victorias, 5 empates y 5 derrotas como visitante, con 12 goles anotados y 13 recibidos, frente a 4 victorias, 7 empates y 4 derrotas en casa, con 21 goles marcados y 17 recibidos. En los últimos 10 partidos en casa en la liga, el Everton ha registrado 2 victorias, 5 empates y 3 derrotas, acumulando 11 puntos de 30 posibles. En sus encuentros en casa, el marcador más habitual al descanso ha sido 0-0 (8 de 18 partidos). La solidez defensiva no ha sido su fuerte, ya que ha recibido goles en 9 de los últimos 10 partidos, pero su ataque ha sido regular al marcar en 7 de esos 10 encuentros en esta competición. En 36 partidos de esta competición, ha recibido el primer gol en 17 ocasiones y solo ha logrado remontar en 2 ocasiones. Destaca un período en sus últimos 18 partidos en casa: ha recibido 10 de sus 23 goles entre los minutos (76’-90’).
El Everton entró en este partido después de un triunfo por 1-3 en su visita al estadio del Fulham: los goles del equipo fueron anotados por Vitaliy Mykolenko, Michael Keane y Beto. El club local suele jugar en un sistema táctico 4-3-3, priorizando las transiciones rápidas, principalmente por las bandas. En este esquema, los tres jugadores que buscan causar pánico en la defensa rival son Jack Harrison, Carlos Alcaraz y Beto. El entrenador David Moyes no podrá contar con James Tarkowski, Jake O’Brien y Jesper Lindstrøm, quienes tienen problemas físicos.