El equipo local actualmente ocupa la 17ª posición, con 9 puntos, producto de 2 victorias, 3 empates y 4 derrotas. En su penúltimo partido, empató en casa contra Bragantino (1‑1). En su último juego, perdió fuera ante São Paulo (2‑1). Esta es una plantilla que se siente más fuerte de local, registrando en sus últimos 30 partidos 3 victorias, 6 empates y 6 derrotas como visitante, con 19 goles a favor y 24 en contra, mientras que en casa ha conseguido 7 victorias, 5 empates y 3 derrotas, anotando 25 goles y recibiendo 13. En su más reciente partido por la Copa do Brasil, empató en casa contra CSA (0‑0). En los últimos 5 juegos en casa por el campeonato, Grêmio ha obtenido 2 victorias, 2 empates y 1 derrota, sumando 8 puntos de 15 posibles. Su defensa ha permitido goles en 8 de los últimos 9 partidos, aunque su ataque ha anotado regularmente, marcando en 7 de los últimos 9 partidos en esta competición.
Grêmio está atravesando un momento complicado en la temporada, con eliminaciones dolorosas y una serie de resultados negativos en el Brasileirão. El equipo se encuentra en zona de descenso y, a pesar de los cambios en el cuerpo técnico, no ha mostrado mejoría en el campo. Los problemas son evidentes en ambos sectores: defensivamente, sufre fallos recurrentes, y ofensivamente, tiene dificultades para crear oportunidades claras. La presión de la afición es intensa, y el equipo necesita urgentemente una victoria para iniciar una recuperación. En casa, Grêmio intentará imponer más intensidad, pero el pronóstico es de tensión y poca confianza. El desafío será considerable ante un adversario en ascenso.