Con 16 victorias, 9 empates y 8 derrotas, el equipo visitante se posiciona en la 6ª plaza, con un total de 57 puntos. En su última jornada, ganó al Hellas Verona en casa (1‑0), después de haber empatado en la anterior, jugando contra Lazio (1‑1). Este equipo se beneficia del factor casa, siendo más fuerte cuando juega con el apoyo de su afición, ya que en sus últimos 30 partidos como visitante ha registrado 5 victorias, 5 empates y 5 derrotas, anotando un total de 15 goles y recibiendo 18. En casa, logró 13 victorias y 2 empates, con una impresionante cifra de 38 goles anotados y 9 encajados. En el campeonato, la Roma ha conseguido 18 puntos de 30 posibles hasta ahora, con 5 victorias, 3 empates y 2 derrotas en sus últimos 10 partidos como visitantes.
Para esta competencia, no ha perdido en sus últimos 8 encuentros fuera de su estadio. En los partidos disputados fuera de casa en la liga, el resultado más común al final de los primeros 45 minutos ha sido 0‑0, que se ha presentado en 9 de sus 17 partidos. Su defensa ha estado en buen nivel, concediendo goles en solo 3 de sus últimos 10 encuentros, mientras que su ataque ha conseguido marcar al menos un gol en los últimos 10 partidos en esta competición. En sus partidos fuera de casa, la tendencia ha sido a pocos goles, ya que en 12 de los últimos 16 encuentros, hubo menos de 3 goles. En 33 partidos de esta competición, solo logró 3 volteos en el marcador en 15 juegos donde recibió el primer gol.
La Roma viene de una victoria por 1-0 sobre el Verona; el único gol del partido fue anotado por Eldor Shomurodov. El equipo visitante suele emplear un esquema táctico de 3-4-3, priorizando un juego equilibrado y una fuerte organización defensiva, así como rápidas transiciones. Los jugadores más importantes en ataque son Tommaso Baldanzi, Artem Dovbyk y Matías Soulé, con Manu Koné siendo clave para la creación de juego. Se ausentan por temas físicos Victor Nelsson, Saud Abdulhamid y Paulo Dybala.