Después de 17 victorias, 7 empates y 9 derrotas, el equipo local ocupa la 4ª posición, habiendo conseguido 58 puntos. En su último partido, ganó al Everton (0-2) fuera de casa, tras haber ganado en casa ante el Crystal Palace (5-2). Este es un equipo poco afectado por el factor local, mostrando resultados similares tanto en casa como fuera, ya que en los últimos 30 partidos ha registrado 6 victorias, 3 empates y 6 derrotas como visitante, con 24 goles a favor y 23 en contra, en comparación con 9 victorias, 3 empates y 3 derrotas en casa, anotando 44 goles y recibiendo 19. En la competición, el Manchester City ha obtenido 20 puntos de 30 posibles, con 6 victorias, 2 empates y 2 derrotas en sus últimos 10 partidos como local. Su ataque ha sido regular, anotando en 7 de los últimos 10 partidos en esta competición. En sus juegos en casa, hay una tendencia a los goles, ya que 12 de sus últimos 16 partidos en la competición terminaron con más de 2.5 goles. En 33 partidos de esta competencia, lograron revertir el marcador en 6 de los 14 encuentros en los que recibieron el primer gol.
El Manchester City llega a este encuentro tras una victoria por 0-2 en su visita al estadio del Everton, donde los goles fueron anotados por Nico O’Reilly y Mateo Kovacic. Normalmente juega en un sistema 4-3-3, apostando por la velocidad y creatividad de Jérémy Doku, Phil Foden y Omar Marmoush al frente. Para este partido, es probable que el entrenador Pep Guardiola opte por explotar el contraataque, buscando sorprender al adversario en rápidas transiciones. Sin embargo, no contará con John Stones, Rodri, Erling Haaland, Nathan Aké y Ederson, quienes están fuera por problemas físicos.