Después de 14 victorias, 5 empates y 9 derrotas, el equipo local ocupa el 4º lugar, con 47 puntos. En su último partido, perdió ante el Nottingham Forest fuera de casa por (1‑0), después de haber ganado en el partido anterior contra el Tottenham Hotspur fuera, por (0‑1). Este es un equipo que se ve afectado por el factor casa, siendo más fuerte cuando juega ante su afición, ya que en los últimos 30 partidos registra 4 victorias, 2 empates y 9 derrotas como visitante, con 22 goles anotados y 30 encajados, en comparación con 9 victorias, 2 empates y 4 derrotas en casa, con 41 goles anotados y 19 encajados. En el campeonato, el Manchester City ha conseguido 19 puntos de 30 posibles, después de 6 victorias, 1 empate y 3 derrotas en los últimos 10 partidos disputados en su estadio. Su ataque ha sido regular, anotando en 8 de los últimos 10 partidos en esta competencia. En sus partidos en casa hay una tendencia a los goles, ya que 10 de sus últimos 13 partidos en la competencia han terminado con más de 2.5 goles. En 28 partidos en esta competencia, ha recibido el primer gol en 13 ocasiones, pero ha sido capaz de revertir el marcador en 5.
El Manchester City llega a este encuentro desmotivado tras una derrota por 1-0 en su visita al Nottingham Forest, registrando así su segunda derrota en los últimos tres partidos disputados en esta Premier League. El equipo local suele alinear en un sistema táctico 4-3-3, apostando por un juego enfocado en las transiciones ofensivas. En este esquema, es probable que el tridente de ataque esté compuesto por Jérémy Doku, Savinho y Erling Haaland. Al iniciar el proceso ofensivo, normalmente opta por intentar canalizar su ataque por el lado izquierdo, facilitando así aprovechar la profundidad ofrecida por el lateral Josko Gvardiol. No estarán disponibles para este juego Jack Grealish, Manuel Akanji, Rodri y John Stones, todos con problemas físicos.